ESTAMBUL (AP) — Un periodista turco encarcelado compareció ante el tribunal el viernes para defenderse de las acusaciones de que amenazó al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en un caso que los críticos consideran un intento de silenciar una voz prominente contra el gobierno.

Fatih Altayli, un periodista veterano cuyo programa en YouTube atrae cientos de miles de visitas diarias, fue detenido en su casa en junio y acusado de emitir y difundir públicamente una amenaza contra el mandatario. Enfrenta una pena mínima de 5 años de prisión. Altayli, de 63 años, niega rotundamente la acusación.

El cargo se basó en un comentario que hizo en su programa, “Comentarios de Fatih Altayli”, tras una encuesta que supuestamente mostró que más del 70% del público se oponía a una presidencia vitalicia para Erdogan, quien se ha mantenido en el poder durante más de dos décadas.

En su programa, Altayli dijo que no le sorprendía el resultado de la encuesta y que el pueblo turco prefería controles sobre la autoridad.

“Miren la historia de esta nación”, afirmó. “Esta es una nación que estrangulaba a su sultán cuando no le gustaba o no lo quería. Hay bastantes sultanes otomanos que fueron asesinados, estrangulados o cuyas muertes se hicieron pasar por suicidio”.

En la audiencia de apertura, Altayli rechazó la acusación, diciendo que había apoyado consistentemente a los vulnerables durante su carrera y que no tenía intención de hacer una amenaza. Instó a los jueces a ver su discurso.

“En los más de 40 años de mi vida profesional, y a lo largo de toda mi vida, nunca he amenazado a una sola persona, ya sea más débil o más fuerte que yo”, dijo Altayli al panel de jueces, de acuerdo con el periódico Sozcu. “Por el contrario, siempre he sido yo el amenazado”.

El tribunal rechazó la solicitud de los abogados de Altayli de liberarlo en espera del resultado del juicio y aplazó el caso hasta el 26 de noviembre.

A pesar de su encarcelamiento, el periodista, columnista y presentador de televisión, cuya carrera abarca varias décadas, ha seguido presentando noticias y comentarios políticos en su canal de YouTube a través de cartas transmitidas por sus abogados y leídas en voz alta por su asistente.

La mayoría de los medios de comunicación principales de Turquía están en manos de empresas progubernamentales o son directamente controlados por el gobierno, por lo que muchos periodistas independientes han recurrido a YouTube para emitir reportajes sin censura.

Un total de 17 periodistas y otros trabajadores del sector de los medios, incluido Altayli, están actualmente tras las rejas, según el Sindicato de Periodistas de Turquía. El gobierno insiste en que los comunicadores enfrentan procesos judiciales por actos criminales, no por su trabajo periodístico.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.