El evento conmemorativo del 2 de octubre en la Ciudad de México estuvo marcado por una ola de violencia que se centró en el Centro Histórico, afectando gravemente al sector comercial. Se registró el saqueo de por lo menos 24 joyerías, cuyos representantes denunciaron la inacción de las autoridades ante los hechos vandálicos y la rapiña.
Los comerciantes estiman que las pérdidas por el robo en un solo local alcanzan los cinco millones de pesos. Además de los daños directos, el gremio calculó las pérdidas totales derivadas del cierre de sus negocios, estimándolas en 300 millones de pesos. Los representantes de los joyeros urgieron a que estos actos sean catalogados como crimen organizado o terrorismo. A pesar de la flagrancia de los ataques y los saqueos, las autoridades reportaron que no h