A las 7,30 del pasado 18 de setiembre, una mujer de apellido Benitez se presentó en la sede la UFI Genérica, en Tribunales, acompañada de un abogado de la Defensa Oficial, para saber porqué la habían citado. El mensaje que le enviaron por WhatsApp con un logo del Ministerio Público, contenía un número de legajo que aludía a una investigación por ‘tentativa de homicidio con amenazas’ . Pero el primer chequeo de rigor en la Fiscalía, el número de expediente, empezó a causar desconcierto. Y enseguida sospechas, porque la supuesta secretaria que firmaba ese mensaje, Carla Salinas, no existe como funcionaria de ese organismo.

El número de teléfono desde que habían enviado el mensaje, fue clave para iniciar una investigación, porque lo encontraron también como contacto en el perfil de Face

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