Durante el turbulento episodio diplomático entre Colombia y Estados Unidos, marcado por intercambios de declaraciones presidenciales, revocaciones de visas y llamados a consultas, el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña , ha emergido como una figura de mesura, persistencia y puente institucional. A sus 68 años, el diplomático con formación académica y amplia trayectoria política y cultural, ha asumido un papel clave para contener la crisis y buscar mecanismos de diálogo donde el ruido político parecía predominar.

Antecedentes de la crisis

La tensión bilateral escaló en meses recientes por una serie de acciones y reacciones entre Bogotá y Washington. El punto álgido ocurrió cuando el gobierno de Estados Unidos decidió revocar la visa del presidente Gustavo Petro para i

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