Los jefes de las dos principales organizaciones criminales de Barranquilla, Digno Palomino (de los Costeños) y alias Castor (de los Costeños), sellaron el jueves con un apretón de manos en la cárcel La Picota la antesala del noveno proceso dentro de la estrategia de ‘paz total’ y el cuarto espacio sociojurídico abierto en grandes ciudades, después de Quibdó, Medellín y Buenaventura.
El encuentro, facilitado por el Gobierno, dejó como resultado una tregua de violencia entre ambas estructuras vigente hasta el 20 de enero de 2026. El pacto contempla la suspensión de homicidios, hurtos, extorsiones y otras actividades delictivas, además del compromiso de las bandas de someterse a la justicia y de avanzar en procesos de reparación a las víctimas.
En diálogo con EL TIEMPO, Camilo Pineda Serje,