«Si alguien me hubiera dicho hace 20 o 30 años que llegaría este día, me hubiera reído a carcajadas», reconoció emocionada Graciela Bertolino, durante su asunción al frente del Instituto Balseiro en Bariloche.
Cuando esta cordobesa rindió el examen de ingreso como estudiante a esa institución en 1992, jamás imaginó que terminaría siendo la primera directora mujer, el mismo año en que el Balseiro cumpliera 70 años. En ese momento, solo soñaba con egresar como ingeniera nuclear.
De ser estudiante pasó a ser investigadora y docente. Lo hizo en Francia y después, decidió regresar al país. Los últimos 6 años asumió la vicedirección del Balseiro, bajo la conducción de Mariano Cantero que hoy le cede su lugar.
“Era una cuestión tan lejana como elevada. Nunca lo imaginé porque son puestos de