A sus 83 años, el expresidente del Gobierno español entre 1982 y 1996, Felipe González, no ha perdido ni un ápice de la socarronería que le caracterizó. Tampoco anda flojo de capacidad de análisis político.

Tanto es que se refiera al panorama nacional como que se pronuncie sobre la geopolítica internacional.

Así lo apreciaron los casi dos centenares de asistentes que se congregaron en el Castillo de San José de Arrecife (Lanzarote) para escuchar el diálogo organizado por el grupo local de comunicación Lanzarote Media con el histórico dirigente socialista.

Acompañado de las autoridades insulares y de la capital, González arrancó infinidad de titulares en su intervención, logró esbozar muchas sonrisas y cosechó una salva de aplausos final que medía la entrega de un público formado por rep

See Full Page