A las dos de la tarde, llegó a la iglesia del Cristo de los Gitanos de Sevilla en coche de mulas y acompañada de su padre, el empresario de origen libanés Javier Mirjan Ajbaa. Vestida con un elegante diseño de Navascués, posó unos minutos muy tranquila, sonriente y generosa para responder a las muestras de cariño del pueblo sevillano y de los medios.

Antes de iniciar el camino al altar donde la esperaba Cayetano, se colocó el velo sobre la cara. Una vez dentro, el novio la recibió con un caluroso beso. La familia de la duquesa de Alba vivía este sábado uno de los momentos más emotivos en este templo tan especial donde reposan las cenizas de Cayetana.

Cayetano había llegado unos veinte minutos antes con su hija y madrina Amina, nacida de su matrimonio con Genoveva Casanova. Volvi

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