**Red de militares colombianos involucrados en tráfico de armas** Un alarmante descubrimiento ha sacudido la seguridad nacional de Colombia. Una red de militares ha sido identificada como facilitadora del tráfico de armas y municiones a grupos criminales. La investigación, que involucra a uniformados con experiencia y acceso a material bélico, ha revelado una compleja trama de corrupción y alianzas con organizaciones como los Pachenca, el ELN y disidencias de las Farc.

El proceso investigativo, liderado por la Policía, la Fiscalía y la Contrainteligencia Militar, comenzó con el objetivo de identificar a los militares que colaboraban con redes de tráfico de armas. Documentos judiciales a los que accedió Semana detallan cómo estos uniformados, asignados al batallón de ingenieros de Valledupar, desviaban material de guerra. Entre los implicados se encuentra el soldado Rendón, conocido como alias "el Viejo" o "Pinocho", quien, con más de quince años de servicio, se convirtió en una figura clave de la red.

Rendón contactaba a grupos armados ilegales, como el ELN y las disidencias de las Farc, para ofrecerles munición de uso militar. Las investigaciones de la Policía Judicial revelaron que el soldado vendía cartuchos calibre 5.56 a 10.000 pesos cada uno. Las transacciones seguían protocolos mafiosos, donde ambas partes intercambiaban videos mostrando fajos de billetes y municiones para garantizar la seriedad del negocio.

No obstante, Rendón no actuaba solo. Otros militares también colaboraban en la extracción y desvío del armamento. Los investigadores han afirmado que "se puede hablar de varios funcionarios (militares) implicados en esta actividad criminal". La relación entre los militares y los Pachenca se consolidó a través de alias "el Veterano", quien servía de enlace con alias "Pinocho". Un tercer involucrado coordinaba los pagos y la entrega del material, aunque su identidad sigue siendo desconocida.

Cuando el suministro de armas del Ejército resultaba insuficiente, los Pachenca recurrían a la compra de armamento extranjero. Alias "el Veterano", recientemente capturado, estableció contactos en Florida (Estados Unidos) y organizó envíos de armas a través de rutas que incluían Costa Rica, República Dominicana y Venezuela. La logística se apoyaba en enlaces en Maicao, de los cuales seis ya han sido detenidos, y en lancheros que transportaban el armamento por Nazareth y Uribia.

Uno de los episodios más significativos ocurrió en abril, cuando los Pachenca realizaron una transacción en altamar: diez fusiles Barrett, capaces de derribar aeronaves, fueron intercambiados por media tonelada de cocaína. Las embarcaciones que partían de Colombia con cocaína eran las mismas que recibían el armamento en República Dominicana, lo que evidencia la sofisticación de la red.

El arsenal de los Pachenca incluye fusiles R-15, pistolas Five Seven, AK-47 y fusiles Bushmaster, entre otros. La investigación también reveló que los enlaces en Maicao adquirían fusiles a las Fuerzas Militares de Venezuela, aprovechando el proceso de modernización de armamento en ese país. Según el expediente, "se desvía el material de guerra de la Guardia Bolivariana Venezolana para enviarlo a Colombia".

Fuentes policiales confirmaron que Venezuela está reemplazando fusiles Fal y AK-47 por versiones más modernas, facilitando la venta de los equipos antiguos a redes criminales colombianas. Para mantener y operar este arsenal, los Pachenca contaban con alias "Mecánico", un experto en armas que también fue capturado recientemente.

Los investigadores intentan esclarecer los pagos que Rendón realizaba a sus superiores para obtener permisos de desplazamiento hacia Aguachica (Cesar), donde entregaba municiones a cambio de cocaína. Las autoridades han detectado movimientos financieros sospechosos en las cuentas de Rendón y sus familiares, incluyendo transferencias por 2.000 millones de pesos, que están bajo investigación por posible lavado de dinero.

Este caso de tráfico de armas se enmarca en una operación más amplia liderada por la Dijín de la Policía, que resultó en la captura de 23 personas presuntamente vinculadas a la red conocida como los Ware. Las autoridades continúan rastreando el flujo de dinero ilícito y examinando si los Ware utilizaron hoteles, billares y empresas de transporte para camuflar y lavar los recursos obtenidos del tráfico de armas.