Con lindo vestuario y algunos actores de reparto notables, como David Kammenos, la serie de producción franco-belga lanzada este año, La rebelde, aventuras de la joven George Sand, pretende dar cuenta de las circunstancias en las que la gran autora francesa comenzó su carrera. Aunque no se niegan los favores de Balzac o Dumas, el foco está puesto en las dificultades que las mujeres tenían en esa época para llevar adelante una vida en relativa igualdad de condiciones con los hombres. Vemos a Sand escribiendo a pluma en alguna que otra escena mal musicalizada, pero se nos muestran, sobre todo, sus gestos harto conocidos, como vestirse con pantalones, fumar en público o acumular amantes célebres, que incluyen a la actriz Marie Dorval. Sin mayor interés por articular una trama que saque partid

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