Dice Andrés que cuando vivían en Fuenlabrada todo era estrés, ir con prisas a todos lados, perder mucho tiempo para ir a trabajar. "En Madrid sobrevivíamos ; aquí, sin embargo, se vive de verdad, se disfruta", cuenta desde Corullón , un bello pueblo de montaña del Bierzo leonés de poco más de 800 habitantes adonde su familia se mudó hace poco más de dos meses.

"Cuando vinimos a visitarlo nos gustó mucho. La naturaleza, que tuviera ambulatorio con consulta todos los días, colegio, farmacia, y una ciudad grande como Ponferrada con todos los servicios a muy poca distancia", recuerda Andrés sobre cómo se fraguó una llegada que ha supuesto una revolución para el pueblo , ya que tanto él como su mujer, Lizeth, auxiliares de enfermería, han reforzado el servicio sanitario de la res

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