Cualquiera puede instalar una pequeña cámara, una webcam o incluso dejar un móvil viejo que ejerza de cámara de vigilancia para poder controlar desde el teléfono a su perro, a su gato o incluso a sus hijos y ver si todo está en orden en casa. O incluso para saber si ha pasado algo en su domicilio ante algún tipo de fenómeno natural o de robo. A veces, además, lanzan avisos si detectan movimientos o sonidos que se salen de lo normal, para que no haya que estar constantemente conectado al teléfono móvil.
Si la cámara es fija tendremos que conformarnos con ver lo que ha salido en el encuadre que hayamos elegido, pero hay aparatos que pueden moverse en remoto desde el móvil y que permiten dirigir la mirada hacia diferentes partes de una estancia. Eso es precisamente lo que tenía i