En las vastas extensiones del noroeste de Canadá, donde las rutas serpentean entre bosques interminables y montañas imponentes, un joven con sueños de grandeza se convirtió en víctima de un crimen que aún desafía a los investigadores.

Philip Fraser, un estudiante de 23 años, inició el 14 de junio de 1988 un viaje en solitario hacia para comenzar sus estudios de medicina.

Lo que prometía ser una aventura de autodescubrimiento terminó en un crimen con una ejecución fría y un enigma que, más de tres décadas después, sigue sin resolverse.

El auto de la víctima fatal del crimen.

La víctima del crimen

Philip Fraser nació el 3 de enero de 1963 en una familia acomodada y dedicada a la medicina. Descontento con la medicina tradicional, optó por un enfoque holístico en Evergreen, dond

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