En este mes se cumplen veinte años de la publicación de mi primer artículo para El Diario. Aprovecho la ocasión para agradecer a su director general, Osvaldo Rodríguez Borunda, así como a cada uno de los periodistas editores que han estado a cargo de la sección. Ese texto inicial tiene, en buena medida, una confección atemporal y fue reconocido, en su momento, con la “Columna de Plata” como el mejor artículo del año por la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez. Si bien toma como partida un caso específico, aborda un dilema al que los abogados de ciertas causas penales se enfrentan con regularidad, por eso lleva por nombre “Defensa proscrita”. En una versión levemente modificada, aquí se reproduce:
“Son las cuatro de la tarde. En un juzgado penal, con la Biblia en la mano, don Roberto