La Justicia no distingue entre apellidos ilustres y ciudadanos anónimos. Llama a la puerta sin importar el cargo, la fama o el foco mediático. Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, podría enfrentarse a un jurado popular, una figura controvertida que convierte al ciudadano común en juez. Sin embargo, ella no sería la primera en cruzar esa línea: otros rostros conocidos han tenido que mirar antes a los ojos a las nueve personas que decidieron su destino.

Uno de ellos fue el de Jaume Matas, el expresidente de Baleares con el PP. El 20 de marzo de 2012 fue condenado a seis años de prisión por el conocido caso del Palma Arena por delitos de malversación, falsedad en documento oficial y mercantil, prevaricación y por tráfico de influencias, aunque en 2013, el Tribunal Supremo rebajó

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