A mediados de la primera década de este siglo XXI, participé con un artículo en la revista musical de edición local:“Musicalida”. En dicha colaboración, hice mención de la edición titulada “34 sonatas de un manuscrito del siglo XVIII editado por la musicóloga Lucero Enríquez. Esta publicación fue auspiciada por el Departamento de Difusión Cultural y el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM a finales del siglo XX. El manuscrito de las sonatas estuvo resguardado entre los muros de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México durante doscientos años. En aquel entonces, se especulaba que habían sido escritas por un compositor nacido en el México del Virreinato. Seguramente violinista destacado de La Capilla Musical de la Catedral de México y de la Orquesta del Teatro Coliseo de
“SONATAS DE LA CATEDRAL”. Los solfeggi de Leonardo Leo.

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