
Guillermo Fernández Vara , expresidente de la Junta de Extremadura y figura clave del PSOE regional y nacional , ha fallecido este domingo 5 de octubre a los 66 años , un día antes de cumplir los 67 , tras una larga lucha contra un cáncer de estómago que él mismo hizo público hace dos años. El PSOE de Extremadura ha confirmado la noticia en redes sociales con un mensaje cargado de emoción: “Rotas y rotos de dolor. Gracias por todo, Guillermo. Gracias por tanto”.
Médico forense de formación , Fernández Vara nació en Olivenza (Badajoz) en 1958. Se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Córdoba y accedió por oposición al Cuerpo Nacional de Médicos Forenses en 1986, siendo destinado posteriormente a Extremadura. Su sensibilidad ante el sufrimiento humano , forjada en su labor médica, fue la que trasladó después a su gestión política .
Su carrera política comenzó en los años 90 como consejero de Bienestar Social y posteriormente de Sanidad y Consumo en el Gobierno autonómico presidido por Juan Carlos Rodríguez Ibarra , a quien sucedió en 2007. Presidió la Junta de Extremadura durante 12 años, en dos etapas (2007–2011 y 2015–2023) . Durante sus mandatos impulsó políticas sociales, educativas y sanitarias , apostando por el empleo y la igualdad como ejes de su gestión.
En 2023 , tras la llegada del PP de María Guardiola al Gobierno autonómico, dejó la presidencia pero no la política: fue vicepresidente segundo del Senado y se mantuvo vinculado al PSOE hasta el final de su vida .
Además de su faceta política, Fernández Vara era un apasionado del fútbol y un confeso seguidor del FC Barcelona , club con el que se le ha fotografiado en numerosas ocasiones y sobre el que incluso llegó a escribir como columnista en MARCA . Quienes le conocieron destacan su humanidad , su capacidad de diálogo y su trato cercano , más allá de las siglas y las diferencias políticas.
“ Quiero seguir viviendo ”, dijo emocionado en uno de sus últimos discursos, pronunciado en un mitin en mayo. Extremadura despide hoy a un hombre que creyó siempre en el servicio público, en la dignidad de la política y en la esperanza de transformar su tierra.