Hoy se cumplen doce años de la muerte de Steve Jobs , el visionario que transformó la tecnología, el diseño y la cultura digital con su forma única de pensar, crear y liderar. El 5 de octubre de 2011, el cofundador de Apple fallecía a los 56 años víctima de un cáncer de páncreas, dejando atrás no solo una empresa convertida en gigante mundial, sino una manera de entender la tecnología que sigue marcando a generaciones.

“Stay hungry, stay foolish” . Esta frase, que pronunció en su mítico discurso en Stanford en 2005, resuena hoy más fuerte que nunca . Porque más allá de los iPhones, los iPads o los iPods, Jobs dejó un legado de pensamiento inconformista, creatividad radical y una profunda conexión entre tecnología y arte.

Nacido en 1955 en San Francisco y adoptado por una familia humilde , Jobs abandonó la universidad, dormía en el suelo de las habitaciones de amigos y comía en templos Hare Krishna. Pero esa precariedad alimentó su hambre de aprender y explorar. Asistió a clases de caligrafía, diseño y espiritualidad. Todo eso acabaría transformando el diseño de los ordenadores personales.

En 1976, junto a Steve Wozniak y Ronald Wayne , fundó Apple en un garaje. El Apple I, el primer ordenador personal , cambió la forma de interactuar con la informática. Luego vendrían el Macintosh, el sistema operativo gráfico, y más tarde el iPhone, que revolucionó para siempre la comunicación móvil.

“El diseño no es solo cómo se ve o cómo se siente. El diseño es cómo funciona” , decía Jobs. Esa obsesión por la experiencia del usuario hizo de Apple mucho más que una empresa: la convirtió en una filosofía.

Fue despedido de su propia compañía, pero regresó una década después con más fuerza, tras fundar NeXT y comprar Pixar, dando origen a una nueva era en la animación digital con películas como Toy Story .

Cuando volvió a Apple en 1997, la empresa estaba al borde del colapso . En pocos años, la salvó y la llevó al Olimpo tecnológico. Lanzó el iPod en 2001, el iPhone en 2007 y el iPad en 2010. Hoy, esas líneas de productos siguen generando miles de millones y moldean cómo trabajamos, nos comunicamos y nos entretenemos.

Su forma de vestir, con su jersey negro de cuello alto, vaqueros Levi’s 501 y zapatillas New Balance , se convirtió en un símbolo de minimalismo y coherencia. Él mismo decía: “Llevar siempre lo mismo me ahorra tomar una decisión cada mañana. Así reservo mi energía para lo importante” .

Murió demasiado joven, pero dejó una empresa que ha seguido creciendo bajo la batuta de Tim Cook , y un mensaje eterno:  “Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otra persona”.

Doce años después de su muerte, Steve Jobs sigue presente. En cada pantalla táctil, en cada gesto intuitivo frente a un dispositivo, en cada producto que busca ser “mágico”. Su legado no es solo tecnológico: es profundamente humano.