En Corea del Sur, la vigilancia del cielo es una tarea constante que nunca se da por concluida . Las pruebas con misiles y el uso de drones de vuelo bajo por parte del Norte han puesto de relieve la necesidad de reforzar los sistemas de detección. Los radares en tierra, condicionados por la geografía del país, no siempre ofrecen la cobertura necesaria frente a amenazas que buscan pasar inadvertidas. Para responder a ese reto, Seúl ha decidido apostar por una nueva generación de aviones de alerta temprana , capaces de ampliar la vigilancia y garantizar un control más estable de su espacio aéreo. No se trata solo de incorporar tecnología, sino de asegurar que el país dispone de medios suficientes para anticiparse a cualquier escenario.

La búsqueda de un nuevo avión de alerta temprana

See Full Page