El mandatario republicano no da señales de ceder en su campaña de mano dura contra la delincuencia y la inmigración. La oposición demócrata lo acusa de ejercer el poder de manera autoritaria.
El gobierno de Donald Trump calificó este domingo Chicago como "zona de guerra" como justificación para desplegar soldados contra la voluntad de la administración demócrata de la ciudad, a la vez que salteó la decisión judicial que impedía que la Casa Blanca enviara tropas a otra urbe, Portland, gobernada por demócratas.
La administración republicanoa envió a unos 300 soldados federalizados de California a Portland, después que una jueza le impidiera usar a la Guardia Nacional de Oregón, en un claro desafío a los gobernadores demócratas de esos dos estados.
La oposición acusa al presidente