Desde comienzos de julio el dólar mantiene una tendencia alcista que no sólo no se frenó, sino que llevó al mercado financiero a operar con fuerte estrés. A 14 ruedas hábiles de las elecciones legislativas, los mercados parecen haber dejado de lado los "fundamentals" para concentrarse en contar los días que faltan para el 26 de octubre, y en cuántos dólares compra y vende el Tesoro.
Todas las jornadas se volvieron erráticas: desde tuits de Scott Bessent que el mercado interpretó como "señales", capaces de provocar movimientos abruptos en los precios de los bonos soberanos en cuestión de minutos, hasta las intervenciones del equipo económico en el MAE y una demanda de cobertura que se incrementó. Sin dudas, para los inversores y para el Gobierno, la dinámica actual representa un