La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum protagonizó este domingo un acto político en la plaza central del Zócalo donde, si bien en su discurso cerró filas con su antecesor Andrés Manuel López Obrador, también se encargó de enviar un mensaje subliminal al ubicar en asientos secundarios a figuras allegadas al exmandatario, entre ellos, su hijo Andrés López Beltrán.Esta práctica ha dominado todo el primer año de Sheinbaum en Palacio Nacional: en sus alocuciones muestra sintonía absoluta con López Obrador, que fue su principal impulsor para llegar al Gobierno, mientras que, por lo bajo, la presidenta realiza movimientos sutiles para evitar ser salpicada por los escándalos de los aliados de su promotor.Este domingo no fue la excepción. En su informe de gobierno, Sheinbaum ubicó en asientos lat

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