El gobierno de Donald Trump calificó a Chicago como una "zona de guerra" desde este último domingo como justificación para el despliegue de soldados en contra de la administración demócrata de ese estado y pese a dos decisiones de una jueza federal. La determinación se produjo en el marco de una ofensiva contra la delincuencia y la inmigración y sectores de la oposición acusaron al mandatario republicano de ejercer el poder de manera autoritaria.
Trump autorizó el sábado el despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, a pesar del rechazo de cargos locales, entre ellos el gobernador del estado de Illinois, cuya capital es Chicago, J.B. Pritzker.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió el domingo la m