Los escaparates turísticos reflejan a menudo la identidad de cada ciudad. En casi todas las capitales españolas abundan los imanes de nevera con monumentos reconocibles : en Madrid aparece el oso y el madroño, en Barcelona domina la Sagrada Familia y en Sevilla destacan la Giralda o el puente de Triana.

Estas piezas pequeñas, pensadas como recuerdo de viaje, también adoptan versiones genéricas con guiños humorísticos o insinuaciones sexuales . Esa doble línea de producción, entre lo tradicional y lo erótico, genera tensiones cuando la frontera entre lo gracioso y lo ofensivo se difumina. En Málaga , precisamente, esa ambigüedad desencadenó una actuación administrativa que agitó el centro histórico .

Unos imanes con desnudos femeninos desatan una intervención oficial en Málaga

El Ayuntamiento de Málaga ordena retirar de una tienda de la calle Nueva varios imanes que representan a una mujer desnuda con la palabra Málaga escrita en letras grandes. La medida se basa en la Ordenanza para la Garantía de la Convivencia Ciudadana y se inicia tras la denuncia presentada por el Equipo de Atención a la Mujer , que trasladó el caso al Observatorio de Publicidad Sexista del Instituto de las Mujeres.

Las profesionales del servicio municipal sostienen que esos artículo s banalizan la violencia contra las mujeres y perpetúan estereotipos de desigualdad . En su comunicado remarcan que la exhibición en pleno centro turístico vulnera la legislación vigente y afecta a la dignidad femenina.

Los responsables del negocio implicado explican que los imanes, que también representan a hombres desnudos sin aparente problema, se vendían desde hace tiempo y que nunca recibieron quejas . Argumentan que el público los consideraba divertidos y que incluso era el artículo más solicitado por los visitantes.

En sus declaraciones a Málaga Hoy subrayan que muchos clientes se detenían a mirarlos y a tocarlos con curiosidad, interpretando el gesto como parte del atractivo del producto. Afirman que su intención era ofrecer recuerdos variados sin ofender a nadie , convencidos de que el humor formaba parte del consumo turístico.

La intervención del Ayuntamiento, sin embargo, cambia el panorama de los pequeños comercios del entorno. El Equipo de Atención a la Mujer remite un oficio al Servicio de Consumo para que se abra expediente sancionador . Considera que la imagen de la ciudad se deteriora cuando los objetos de recuerdo difunden una representación degradante de las mujeres.

Añaden que detrás de esos productos se oculta una realidad más grave relacionada con la explotación sexual y la trata . Las mismas fuentes insisten en que su denuncia no busca censurar el comercio, sino proteger los derechos que amparan la igualdad.

La polémica reabre el dilema entre libertad comercial y responsabilidad social

Mientras los técnicos municipales estudian el procedimiento, la polémica alcanza a los transeúntes . A las puertas de la tienda, según narra el medio malagueño, una madre avanzaba con su hija y ambas se detuvieron ante el escaparate, sorprendidas por las figuras magnéticas. La pequeña, tal y como relata Málaga Hoy , señaló con una sonrisa los imanes prohibidos .

Ese gesto resume para el Equipo de Atención a la Mujer el problema de fondo, la naturalización de imágenes que asocian diversión con cosificación . Para los vendedores, en cambio, se trata de una reacción exagerada frente a un artículo que forma parte del folclore comercial de cualquier destino turístico.

El caso evidencia la complejidad de equilibrar libertad de venta y responsabilidad social en espacios turísticos. Algunas dependientas lamentan que la ordenanza se aplique solo a su establecimiento cuando en otras tiendas cercanas aún se muestran souvenirs de contenido sexual, incluidos abrebotellas en forma de pene o delantales con cuerpos masculinos tonificados. Explican que les sorprende el alcance del asunto y que jamás imaginaron una respuesta tan rápida por parte de las autoridades locales.

Las profesionales que promovieron la denuncia sostienen que este tipo de objetos transmiten una imagen degradante de Málaga y que la retirada supone un paso para evitar la banalización del cuerpo femenino . Subrayan que cada producto expuesto comunica valores y que en este caso resulta esencial promover una representación respetuosa: “No es el mejor souvenir que se puede vender”. El comercio, por su parte, asume la pérdida de su artículo estrella y confía en que la polémica se disipe pronto .

Entre tanto, la calle Nueva sigue llena de visitantes, aunque ahora algunos se detienen frente a un hueco vacío en el expositor que recuerda, sin palabras, la rapidez con la que una polémica turística puede cambiar un escaparate.