Desde las primeras horas del lunes, Lima Metropolitana y el Callao experimentaron una drástica disminución en el servicio de transporte público, luego de que un grupo de empresas del sector convocara a una paralización en señal de protesta por el homicidio de un chofer y la creciente ola de extorsiones que afecta a los transportistas.

Zonas como el Óvalo Santa Anita y el paradero Puente Nuevo registraron aglomeraciones masivas de usuarios que esperaban vehículos para movilizarse.

«Ya tengo más de una hora aquí y no pasa ningún bus», comentó una usuaria que intentaba llegar a su trabajo.

Frente a este escenario, la Policía Nacional del Perú (PNP) puso en funcionamiento 28 buses institucionales en distintas áreas de la ciudad para brindar traslado gratuito a los ciudadanos y asegurar

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