El paro de transportistas en Lima realizado el lunes 6 de octubre marcó un nuevo hito en la crisis de seguridad que atraviesa la capital peruana. El sector decidió apagar motores por 24 horas tras una ola de asesinatos y extorsiones que afecta a choferes y empresas de transporte, y que ha dejado decenas de víctimas a manos de criminales y sicarios.
El detonante de la protesta fue el asesinato de Daniel José Cedeño Alfonso, conductor de la empresa Lipetsa, hecho ocurrido el 4 de octubre en San Juan de Miraflores. Este caso agravó una situación que ya venía siendo denunciada por los gremios, que reportan al menos una docena de conductores asesinados en lo que va del año.
La protesta del 6 de octubre fue una de las de mayor impacto. Según el director de la Cámara Internacional de