Por Ciro Valiente
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, Venezuela no solo se partió políticamente: se quebró emocionalmente . Familias enteras se disolvieron, amistades de años se fracturaron y la hermandad fue reemplazada por una hostilidad que no deja espacio para el pensamiento distinto.
Hoy, esa división vuelve a resurgir. Esta vez no se trata de chavistas contra opositores, sino de venezolanos enfrentados entre sí en el exilio . La reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de permitir que el gobierno revoque el Estatus de Protección Temporal (TPS) mientras continúa el litigio ha expuesto, una vez más, nuestras grietas.
Cientos de miles de venezolanos en este país viven con miedo e incertidumbre, pero en lugar de solidaridad, muchos compatriotas optaron po