En una nación del tamaño de Virginia Occidental, las mariposas de Costa Rica hacen mucho más que adornar postales: polinizan, podan, alimentan las redes tróficas y sostienen los ingresos rurales. Los científicos advierten que darles nombre es urgente; sin nombres, la conservación se estanca y los ecosistemas se deshacen silenciosamente en todas partes.
Nómbralas o piérdelas
Camina hacia el silencio húmedo del Parque Biophilia en Quepos, y el futuro brilla en un alfiler: crisálidas de jade con forma de linternas, capullos color caléndula salpicados de plata, hileras de alas en plena transformación. El entomólogo José Montero ha replicado el ciclo de vida de las mariposas más de 15,000 veces , estudiando cada fase, cada muda, cada frágil emergencia—y descubriendo cuánto aún desconocemo