Las autoridades colombianas desmantelaron una red de trata de personas con conexiones en varios países de Sudamérica y Europa, dedicada a la explotación sexual de mujeres jóvenes. De acuerdo con la investigación, las víctimas eran engañadas con falsas ofertas laborales y posteriormente obligadas a sostener hasta 20 relaciones sexuales diarias bajo amenazas y violencia.

El operativo, liderado por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, permitió rescatar a más de una docena de mujeres, entre ellas varias extranjeras. Los capturados enfrentan cargos por trata de personas, concierto para delinquir y proxenetismo agravado.

Según los informes, esta organización criminal movía grandes sumas de dinero y utilizaba hoteles, residencias y apartamentos en ciudades como Bogotá, Medell

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