Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín a la huancaína con un jugoso bistec montado. Para tomar pidió una jarrita de limonada frozen. “María, ayer no salieron a trabajar cientos de choferes en Lima y Callao, cansados de los asesinatos contra transportistas a manos de mafias de la extorsión.
Como informamos, muchos de los homicidios y atentados contra empresarios y conductores provienen de las cárceles, incluso de las llamadas de ‘máxima seguridad’ como Ancón 1 y Challapalca. Allí, cabecillas como ‘El Jorobado’ y ‘Caracol’ pueden comunicarse con sus huestes a través de celulares proporcionados por malos agentes del INPE.
No solo eso, como están prohibidas las antenas repetidoras de señal en la zona circundante a los penales, las mafias han instalado secretamente