El estupor social causado por el ataque de Hamás a las comunidades fronterizas israelíes el 7 de octubre de 2023, con más de 1.200 asesinados, 251 secuestrados, pueblos enteros destruidos, confusión informativa y falta de comprensión general —principalmente de las instituciones del Estado— se transmutó de inmediato en solidaridad y unidad entre los civiles. Hasta el día de hoy, decenas de informes oficiales y miles de artículos y reportajes exploran el porqué de la lentitud o ausencia del ejército en los momentos del ataque. Sin embargo, el Gobierno aún se opone a una comisión estatal de investigación.
Tras el ataque, las calles del país se llenaron de carteles llamando a la unidad. Las fotos de los secuestrados empezaron a ocupar un espacio preponderante en el ámbito público: poco a poco