Las protestas en Perú, protagonizadas principalmente por la Generación Z, comenzaron el 20 de septiembre y se han extendido durante semanas en Lima y otras regiones del país. Jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, hartos de la corrupción y el crimen organizado, salieron a las calles frente al Congreso para exigir un cambio profundo en la gestión gubernamental. Lo que inició como una manifestación contra las reformas al sistema de pensiones se transformó en un movimiento más amplio de rechazo al gobierno de Dina Boluarte y a la creciente violencia que afecta a los ciudadanos. Las marchas, marcadas por símbolos del anime One Piece , se han convertido en una expresión generacional de inconformismo que también se replica en países como Paraguay, Indonesia y Nepal.
Los manifestantes han adoptado