Países occidentales están utilizando cuestiones ambientales para promover sus propios intereses comerciales y contener los avances de Rusia en el Ártico, afirmó el asesor presidencial ruso y el jefe del Colegio Marítimo Nacional, Nikolái Pátrushev.

Durante una reunión de este organismo, Pátrushev subrayó que Moscú recibe cada vez más críticas por el estado medioambiental de los territorios árticos, que supuestamente se está deteriorando debido a las intensas actividades económicas. En este contexto, descartó esas acusaciones infundadas y aseguró que la agenda del organismo siempre prevé las cuestiones relacionadas con la protección del medioambiente del Ártico.

"De hecho, las cuestiones medioambientales se han convertido para los países occidentales en una herramienta para promover sus propios intereses comerciales y frenar las actividades de Rusia en el Ártico", denunció.

En la misma línea, enfatizó que, además de los problemas ecológicos y la necesidad de salvaguardar el medio ambiente natural de la zona ártica de Rusia, el Colegio Marítimo Nacional abarca  iniciativas como el desarrollo del Corredor de Transporte Transártico , un megaproyecto estratégico que pretende transformar la Ruta Marítima del Norte —la vía navegable que serpentea la costa ártica rusa— en el eje central de una red logística multimodal de alcance global, o el desarrollo industrial de los recursos naturales de la zona. 

Anteriormente, el alto cargo subrayó la necesidad de fortalecer la Armada rusa ante el comportamiento agresivo de países occidentales en los mares Báltico y Negro y advirtió que se están planeando acciones similares en el Ártico y el Lejano Oriente. "Están actuando con mucha agresividad tanto en el mar Báltico como en el mar Negro. Y quieren actuar con agresividad en el Norte, planean hacerlo", afirmó Pátrushev.