La ciudad está hecha un caos: inundada de ladrones, fleteros, zonas y puentes peatonales convertidos en repúblicas independientes del hampa . A eso se suman las basuras, los atracos masivos en restaurantes y supermercados , los estafadores, acosadores, habitantes de calle sin reubicación , pincha llantas sin control y la ausencia total de cultura ciudadana , que hoy brilla en su máximo esplendor.
Los huecos antiguos han hecho metástasis en la vía; los nuevos crecen a diario. La invasión del espacio público está en cuidados intensivos , los trancones son infernales y la ciudad se llena de semáforos inútiles que parecen más un negocio que una solución. A esto se suma el proyecto de instalar más cámaras salvavidas que no salvan vidas, solo enriquecen a una élite de estafadores.