Se las prometía muy felices Pedro Sánchez con las encuestas cocinadas a la carta. Una estrategia bien calculada por los múltiples asesores de La Moncloa y enmarcada en el más puro «coaching». Es decir, lo que en política anglosajona se conoce como el acompañamiento a un cliente para alcanzar sus metas en aras de su triunfo personal y profesional.

A través de preguntas bien seleccionadas, el «coach» facilita las respuestas esperadas, diseña el plan de acción y supera todos los obstáculos para alcanzar el objetivo final. Una táctica de marketing aplicada esta semana en los sondeos elaborados por fervorosos «sanchistas», algunos de ellos retornados al redil del que fueron expulsados por el gran jefe. Está claro que fuera del poder hace mucho frío, resulta difícil cerrar negocio y aún más cob

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