Washington. - El intento más reciente del presidente Donald Trump de desplegar al ejército en suelo estadounidense a pesar de la oposición local está desencadenando un nuevo conflicto con los gobernadores de los estados demócratas, el cual se está desarrollando en los tribunales mientras el mandatario imagina un país en el que soldados patrullan las calles.

Trump ya ha ido más allá de los límites tradicionales al usar la Guardia Nacional a nivel interno, visualizando un papel más fuerte para las fuerzas armadas de Estados Unidos en la lucha contra la inmigración ilegal y el crimen en las ciudades estadounidenses.

Su intento de desplegar a miembros de la Guardia Nacional de California en Oregon y de la de Texas en Illinois es un uso amplio del poder presidencial. Los próximos pasos en la

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