Año tras año, el tiempo fluye como una canción, y pronto celebraremos otro aniversario de la nueva China. Al mirar atrás en el camino recorrido, cuántos momentos cruciales ha vivido la nueva China para pasar de la adversidad a la gloria. Ante esto, no podemos evitar sentirnos profundamente conmovidos.

Afortunados de ser chinos, vivimos en una China próspera. La civilización china de cinco milenios nutre a innumerables hijas e hijos de esta tierra, constituyendo nuestras raíces, nuestra sangre y nuestro sustento. Es gracias a estos genes de una civilización tan excelsa y coherente que, en la encrucijada del siglo actual, frente a diversos riesgos, dificultades y desafíos, sin importar cuán furiosos soplen los vientos o se agiten las olas, la nación china siempre demuestra su gran sabiduría

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