Desastres naturales
Cuando la tragedia llega, la ayuda y el rescate generan visibilidad y capital político.
Juan Carlos Sánchez Magallán
La fuerza de la naturaleza llega y arrasa con todo a su paso. En cuestión de segundos, un huracán inunda y destruye ciudades, un sismo derrumba edificios y casas, un incendio forestal devora bosques y comunidades enteras. Lo inquietante es que estos eventos, que antes parecían extraordinarios, hoy se multiplican en frecuencia e intensidad. Científicos de todo el mundo coinciden en que el cambio climático ha acelerado un ciclo que nos coloca en un escenario inédito: cada región del planeta es vulnerable, cada sociedad está expuesta, y lo que antes era “excepción” ahora es rutina. Nadie se salva, ni los países ricos con sus enormes infraestructuras ni lo