Ciudad de México. “Los ojos deben estar en lo que ocurre en Gaza, no se trata de nosotros”, señalaron los delegados mexicanos de la Global Sumud Flotilla (GSF) al llegar de regreso al país, tras la travesía por el Mediterráneo que llevaba ayuda humanitaria para el pueblo palestino, víctima de una ocupación y genocidio por parte de Israel.

En un abrazo se fundieron con sus seres queridos. Impacientes, familiares y amigos los esperaban en el área de llegadas internacionales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Decenas de personas se sumaron al recibimiento a los seis connacionales que participaron en la GSF, quienes al traspasar la puerta de llegadas, escucharon la reconocida Bella Ciao —dedicada a la resistencia de los partisanos—, aunque ahora con una versión dedicada

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