El presidente se mostró en pleno centro porteño, pero fue recibido con gritos de repudio. Cada vez más aislado, multiplica las escenas de malestar en sus recorridas por el país.

El intento de Javier Milei por mostrarse cerca de la gente terminó otra vez en un bochorno. Este miércoles al mediodía, el presidente salió de un edificio en Avenida de Mayo al 600 y fue recibido por una lluvia de abucheos, insultos y gritos que lo obligaron a retirarse escoltado por la Policía Federal. “¡Hijo de puta!”, se escuchó entre vecinos y comerciantes que se agolparon en las veredas del microcentro. El mandatario apenas atinó a levantar la mano antes de subir rápido a la camioneta oficial.

La breve aparición duró menos de cinco minutos, pero alcanzó para exponer el clima social que crece en las calle

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