La suspensión de la reforma de las pensiones de 2023, la gran reforma económica de la Presidencia de Emmanuel Macron, se ha convertido en una de las claves para la formación de un nuevo Gobierno sin convocar elecciones anticipadas y para intentar una salida, al menos provisional, a la crisis política.
La idea de la suspensión cobra fuerza desde que la justificó el martes quien fue precisamente la principal responsable de su aprobación por decreto, sin votación en el Parlamento, la entonces primera ministra Elisabeth Borne, como un medio de buscar un consenso mínimo con los socialistas para intentar poner en pie un nuevo Ejecutivo que pueda preparar los presupuestos de 2026.
"Si es la única forma de terminar con esta crisis que va a costar miles de millones (...) vale la pena plantear esa