Cuando el pasado mes de septiembre miles de personas salieron a la calle en Madrid para parar la Vuelta a España por la participación del equipo de Israel mientras su país comete un genocidio en Gaza, las reacciones no se hicieron esperar. En el mundo del deporte hubo quien no entendió la acción y la calificó de desmesurada, pero también hay voces que apoyan la causa palestina y defienden emprender acciones simbólicas que tengan repercusión internacional. En el segundo grupo está Borja Iglesias.

El futbolista del Celta de Vigo defendió a los manifestantes : “Se le da más importancia a parar un evento que a un genocidio”, dijo en rueda de prensa. Unas palabras que no gustaron nada a esa otra parte del mundo deportivo y que ahora ha explicado en mayor profundidad.

“Si pasase en el fútbol diría lo mismo”, ha argumentado respecto a las críticas que le acusan de estar a favor de que se parase la última etapa de la Vuelta por ser una competición del mundo del ciclismo. “Y si pasase en el baloncesto diría lo mismo”. “No hablo del ciclismo, hablo de lo que está pasando”, ha continuado. “Si se meten delante de la portería con una bandera de Palestina y eso ayuda, pues ojalá lo hagan cuando vaya a chutar yo y no meta el gol o me lo anulen”.

“Obivamente yo no quiero que alguien se meta delante de un ciclista y que el ciclista se caiga”, “yo simplemente he dicho vamos a hacer cosas para que esto se solucione”, ha seguido el futbolista.

También dentro del propio mundo del ciclismo surgieron voces a favor de las protestas, como el ciclista Jonas Vingegaard, corredor danés del VIsma, que aseguró que los manifestantes protestaban “por una razón”: “Es terrible lo que está pasando”, añadió.