Que el mundo entero está volviendo a la energía nuclear es un hecho incontrovertible. Lógico, porque no emite CO2 y es barata. Su principal inconveniente es que está afectada en su imagen por problemas de seguridad y almacenamiento de los residuos, objetivos a superar en los proyectos de mini-centrales atómicas de reactores de sal fundida, instaladas en barco o cerca del mar, que actúan como refrigerante, impidiendo que el reactor pueda explotar o incendiarse. Se abastecen de parte del combustible gastado, eliminando los residuos, al tiempo que generan agua desalada e hidrógeno. Aunque no en la misma proporción que el denominado ciclo cerrado, un sistema donde el combustible gastado de un reactor se reprocesa por encima del 95 por cien para recuperar el uranio y plutonio que no se han quem
Reutilizar residuos atómicos

56