La decisión de conceder el Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado no ha sentado demasiado bien en la Casa Blanca . En la Administración estadounidense había un clamor que exigía el galardón para Donald Trump por ser capaz de poner fin a "ocho guerras en ocho meses". Un grito también abanderado por los familiares de los rehenes israelíes y apoyado hasta por la Rusia de Vladímir Putin.
Sin embargo, el Comité Noruego del Nobel no ha considerado suficientemente meritorios todos los esfuerzos diplomáticos del mandatario republicano. "El presidente Trump seguirá firmando acuerdos de paz, resolviendo guerras y salvando vidas. Tiene un corazón humanitario , y nunca habrá nadie como él que pueda mover montañas con la pura fuerza de su voluntad", ha valora