Chicago . Una jueza federal estadunidense suspendió temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional en Chicago, ciudad a la que ayer llegaron cerca de 500 soldados, por considerar que no hay un riesgo de “insurrección”, como sostuvo el gobierno de Donald Trump. Argumentó que la directiva viola la Constitución y “sólo agregaría leña al fuego”.

Al continuar la ofensiva de la administración republicana contra sus opositores, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, fue acusada de fraude bancario por un jurado federal, tras una campaña de presión de la Casa Blanca.

El gobierno de Trump afirmó que las tropas son necesarias para proteger a los agentes durante las redadas migratorias en ese bastión demócrata, al que Trump suele referirse como “zona de guerra” gobernada por la izquier

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