Conozco a María Corina desde hace una década. Su trayectoria ha estado determinada por su lucha contra un sistema opresivo y despiadado. Ella no tenía la necesidad. Pudo haberse ido fuera de Venezuela , cuando las cosas se pusieron feas, a vivir cómodamente en Madrid o Nueva York. Pero ella optó por continuar.
Su compromiso le ha salido caro. Como a quien enfrenta no es un simple régimen sino a un c ártel del narcotráfico —dirigido por Maduro — , ha perdido mucho. Por ejemplo, su familia perdió gran parte de su patrimonio, expropiado por el chavismo. El régimen le prohíbe salir del país; entonces, perdió el abrazo con sus hijos, porque ya no los ve. Perdió a su familia cerca , que tuvo que huir de Venezuela, acosada por la tiranía —incluso su madre, octogenaria, fue acosada y tu