El Gobierno profundiza la interna y expone diferencias sobre la relación con China tras el anuncio de un swap por US$20.000 millones con los Estados Unidos. El Ejecutivo mantiene distintas versiones sobre lo acordado con la administración de Donald Trump y sus condicionantes estratégicos, como la cancelación del canje de monedas con Beijing.
La Casa Rosada trasladó las tensiones internas que se aceleraron hace unos meses -y se reflejaron en la relación con gobernadores y bloques aliados- a las negociaciones y al posicionamiento internacional . Mientras que un sector de Balcarce 50 busca dar muestras de acercamiento con la Casa Blanca, otro espacio evita romper relaciones con China. “Hay marchas y contramarchas”, expresan en las oficinas neutrales de Nación.
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