La Fórmula 1 volvió a meterse en las charlas de café, en los grupos de WhatsApp y, también, en las consultas de las agencias de turismo. Con el buen momento que está viviendo el argentino Franco Colapinto en la máxima categoría del automovilismo, el interés por los paquetes a Brasil, puntualmente al Gran Premio de San Pablo, tuvo un salto inmediato .

Hasta hace poco, los pedidos para viajar a ver una carrera eran ocasionales y mayormente concentrados en fanáticos del deporte motor. “Era un público muy específico, que ya venía siguiendo la Fórmula 1 y usaba la carrera como excusa para el viaje”, explican. Pero la irrupción de Colapinto cambió el panorama.

“ Notamos un crecimiento muy marcado, casi inmediato, en las consultas y ventas . Aparecieron seguidores históricos, pero también m

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