Decenas de miles de palestinos se dirigían el viernes de regreso al norte de la Franja de Gaza. Ciudad que enfrenta una fuerte destrucción, mientras entraba en vigor un alto el fuego mediado por Estados Unidos, el cual generó esperanzas de poner fin a la guerra entre Israel y Hamás. Se prevé que todos los rehenes restantes sean liberados en los próximos días.
Persisten preguntas sobre quién gobernará Gaza a medida que las tropas israelíes se retiran gradualmente y si Hamás se desarmará, como lo exige el plan de alto el fuego del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insinuó que Israel podría renovar su ofensiva si Hamás no depone las armas.
Muertos y desplazados
El reciente alto el fuego marca, no obstante, un paso clave hacia el fin