Pedri por aquí, Pedri por allá y desde la chistera aparece una selección poderosa, carismática y encantada que vuela hacia el Mundial sin complejos. A menos de un año sólo España come en la mesa de Argentina, aunque sea esta la que todavía coloca el horario de la cena.
Como si se jugaran la licenciatura, dando un manotazo a la jungla de la Liga y la Champions, entró España en el césped, una jauría a la hora de perseguir el balón y una orquesta cuando había que distribuirlo. Dentro del buen tono general, al lado de la excelencia de Pedri, apareció Pedro Porro con una actuación espectacular en un papel de lateral-extremo.
Mamardashvili evita la paliza
Sólo Mamardashvili, la puntería y los palos evitaron ensanchar el marcador hasta unos límites gigantescos. A pesar de las bajas, no hub